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Arquitectos: Font Arquitectura, Vitale
- Área: 350 m²
- Año: 2021
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Fotografías:Santiago Martín, Hilke Sievers
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto de interiorismo para la clínica de odontopediatría de la doctora Isabel Cadroy comienza con la definición de una nueva estrategia de comunicación para afianzar el posicionamiento del negocio. El nuevo local y la renovación de la marca suponen el inicio de una nueva etapa que afianza su ventaja competitiva como clínica dedicada en exclusiva a la odontopediatría y ortodoncia para niños y adolescentes. Para la doctora era importante que la clínica fuera amable y acogedora, pero sin caer en una estética infantil. Y poder transformar el estrés y el miedo, habituales en las visitas al dentista, en confianza y tranquilidad. Vitale diseña un espacio corporativo que conecta con todos los públicos de la clínica y recrea un ambiente positivo, familiar, cómodo y sosegado.
El proyecto pone en valor la filosofía corporativa de la clínica: la importancia de educar a las familias para conseguir una buena salud bucodental y mejorar la calidad de vida de sus pacientes. Bajo esta perspectiva, Vitale genera un hilo conductor que pone de manifiesto la idea de "aprender en el dentista" conceptualizando la necesaria labor de comunicación que realiza la clínica para hacer comprensibles los procesos y los tratamientos dentales.
El eje creativo se inspira en algunas de las formas de aprendizaje del desarrollo cognitivo infantil. La marca y el proyecto de interiorismo corporativo se generan tomando como punto de partida los juegos de construcción de piezas madera y los puzles de geometrías elementales. La clínica sorprende tanto a niños como adultos con reconocibles elementos fuera de escala que remiten al aprendizaje infantil como enormes pórticos, lámparas en forma de móviles de madera o panelados a modo de rompecabezas. El resultado es un espacio evocador que conecta con el niño que llevamos dentro y te transporta.
El local consta de 2 plantas (con un total de 350m2) que se distribuyen cumpliendo un completo programa de necesidades. Se consiguen ubicar a nivel de calle todas las áreas de atención a los pacientes y el sótano se destina al personal y a usos operativos.
La zona de espera es un espacio luminoso y abierto al exterior que se delimita y articula con mobiliario versátil y modular. Tras acceder por un arco de 3 metros de altura construido con piezas de madera, toman protagonismo los huecos en forma de cápsula con confortables tapizados que invitan a la relajación y generan sensación de protección. El objetivo es proporcionar a los pacientes calma y bienestar con formas amables e iluminación cálida indirecta.
La recepción de la clínica está revestida con cerámica 10x10 rejuntada en el color corporativo, que recuerda a la cuadrícula típica de los cuadernos. Las paredes quedan protegidas con panelados pantografiados de contrachapado de abedul que ayudan a transmitir calidez y sosiego. Cobran importancia en los principales puntos de contacto de la clínica con los pacientes (como la recepción y los gabinetes de tratamiento) las plantas y elementos vegetales por su efecto positivo en el estado de ánimo.